Chile subió un puesto en la versión 2018-2019 del Índice de Competitividad Global y se ubicó en el puesto 33° de un total de 140 economías, transformándose de esta forma en el país más competitivo de América Latina, pero con una deuda en el ámbito de la innovación.
El estudio, elaborado por el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) en conjunto con la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), analizó 12 pilares (agrupados en cuatro grandes categorías: Ambiente Apto o Habilitante, Capital Humano, Mercados y Ecosistema de Innovación) para definir el nivel de competitividad de cada país.
Con una puntuación de 70,3 puntos, Chile superó ampliamente a México (64,6), Uruguay (62,7), Costa Rica (62,1) y Colombia (61,6) en la región, en un ránking que, a nivel mundial, es encabezado por Estados Unidos (85,6), Singapur (83,5) y Alemania (82,8).
En ese contexto, la economía chilena se encuentra en lo más alto del podio cuando se trata de «estabilidad macroeconómica» (primer lugar compartido con otros 30 países), ubicado en la posición 13° en relación al mercado de productos y en el puesto 20° en cuanto a sistema financiero.
Por el contrario, entre las debilidades resaltan capacidad de innovación en el lugar 53° y adopción de Tecnología de Información (TICs) en el puesto 49°.
Al respecto, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, remarcó que «donde tenemos más por superar, los desafios más fuertes, los tenemos en áreas como la incorporación de teconologías digitales y los mercados laborales, por ejemplo, y nosotros, como el Gobierno del Presidente Piñera, tomamos como desafío de poder mejorar».
«Eso significa que tenemos que mejorar en la capacitación, en la reconversión laboral, en la educación», afirmó el jefe de las arcas fiscales.
El análisis de Sofofa
Pos su parte, el presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Bernardo Larraín Matte, apuntó que «en Chile tenemos una cultura de filos muy arraigada: el mundo empresarial por su parte, los emprendedores por otro, las universidades por un tercer camino».
En este sentido, el líder de la Sofofa destacó el lanzamiento del proyecto Sofofa HUB, que tiene «la pretención de conectar estos cuatro mundos en torno a desafíos transvarsales que tengan las empresas chilenas en tres dimensiones: economía circular, industria 4.0 y biotecnología».
En estos tres ítems «hay desafíos que pueden unir a muchas empresas, así que por eso esperamos poder implementarlo prontamente», indicó Larraín Matte.
CPC apuntó al antiguo Código del Trabajo
Por otro lado, el presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Alfonso Swett, indicó que «este informe nos dice ‘la revolución industrial no está tocando la puerta, sino que está dentro’, y la pregunta es qué hacemos».
«(Con) un Código Laboral del año 1931, es obvio que la palabra ‘Internet’ no existe en el Código Laboral, la palabra ‘habilidades’ no existe, y por eso estamos realizando un trabajo conjunto con tres centrales de trabajadores, también hemos incorporado a la (Central Unitaria de Trabajadores) CUT en nuestro comité digital justamente para hacer frente a esto», destacó el dirigente.
«Tenemos un desafío como sociedad no menor: que el 65 por ciento de los puestos de trabajo de mañana, hoy día no los conocemos, por lo tanto, yo creo que hoy día con este índice, más que celebrarlo, tenemos que ocuparlo», manifestó Sweet.
Fuente: Cooperativa