La firma, presente en 12 países de América, invertirá US$ 80 millones este año. «Hemos preparado a la compañía para poder competir en un escenario global», sostuvo su presidente Óscar Hasbún.
Saam, firma portuaria, logística y de remolcadores ligada al grupo Luksic, invertirá US$ 80 millones este año en las áreas en que opera, correspondiendo el 60% solo a iniciativas en sus terminales en Chile y el exterior.
La compañía, que tiene presencia en 12 países de América, opera la concesión portuaria San Antonio Terminal Internacional (STI) en la comuna de San Antonio, Región de Valparaíso, firma en la que comparte propiedad con la estadounidense SSA Marine.
El presidente de la compañía, Óscar Hasbún, manifestó su tranquilidad ante la llegada de la gigante estatal dubaití DP World a San Antonio, tras comprar a los grupos Matte y Angelini la firma Puertos y Logística (Pulogsa), cuyos activos son la concesión Puerto Central de San Antonio y Lirquén en el Biobío (ver recuadro). El nuevo vecino de STI en la costa sanantonina tiene presencia en 40 países y opera 78 puertos, incluido Muelle Sur de Callao, Perú.
«Nosotros hemos preparado a la compañía para poder competir en un escenario global. La situación de competencia de la zona central es muy fuerte hace muchos años y creemos que hemos salido de eso relativamente bien. Pero estamos siempre dispuestos a atender a nuestros clientes y a ser competitivos en costos, que es lo que necesitamos tener para competir con DP World o cualquier otro que llegue», comentó Hasbún.
El ejecutivo agregó que «tenemos una infraestructura portuaria adecuada, equipos comerciales y operacionales de primer nivel, y nos sentimos muy tranquilos de poder competir en circunstancias de igual a igual con cualquier operador del mundo».
En 2018, STI invirtió US$ 62 millones, por lo que el monto destinado para 2019 implica un alza de 29%. Pero es menor al promedio de US$ 120 millones anuales que había desembolsado en los últimos cinco años. Respecto de esas diferencias, Hasbún explicó que «venimos saliendo de un ciclo de inversiones muy importante, donde ampliamos la mayoría de nuestros puertos. Los tenemos habilitados para recibir los barcos grandes y en el tema de remolcadores hemos transformado una cantidad de ellos».
Cuellos de botella viales y ferroviarios
Hasbún destacó que el liderazgo de San Antonio como principal puerto de Chile responde a una razón de «constitución geográfica», ya que Valparaíso «es una ciudad con mucho más dificultad de acceso y menos hectáreas a la orilla del mar».
Destacó que aún existe «sobrecapacidad portuaria» en la zona central del país, la cual aumentaría si a futuro la autoridad aprueba la ampliación de las concesiones de STI y Puerto Central, opciones establecidas en los contratos.
El ejecutivo estimó que dicha sobrecapacidad podría explicar la decisión del concesionario del Terminal 2 de Valparaíso -TCVAL- de no seguir adelante con ese proyecto de US$ 500 millones, más allá de los problemas de tramitación ambiental. «El negocio no se veía bien desde su evaluación, porque las tarifas son bajas», agregó. Pero la capacidad portuaria está chocando con una logística «extraordinariamente ineficiente detrás de los puertos», afirmó.
«La velocidad de los camiones es mala, la infraestructura vial es mala, la infraestructura ferroviaria es mala. Los puertos han expandido su capacidad de manera significativa en los últimos 10 años y en ese período no hemos visto ninguna carretera adicional, ni un solo tren. El cuello de botella que tenemos hoy, más que en la infraestructura portuaria, está en la logística de apoyo que requiere del compromiso fuerte del Estado».
Fuente: El Mercurio