SalmonChile prioriza y acelera plan de relación con las comunidades tras crisis en Chiloé

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Han sido materia de fuertes críticas y cuestionamientos, y la industria salmonera lo reconoce. Este año no ha sido fácil para el sector. Si bien durante 2016 las ventas han experimentado mejores precios en el extranjero y, con ello, las exportaciones han comenzado a reflejar una tendencia de recuperación, los primeros meses del actual ejercicio fueron, probablemente, los más complejos que les ha tocado enfrentar desde la crisis del virus ISA. Esto, porque arrastraban un problema de bajos precios y altos costos desde 2015, fueron remecidos por el » bloom de algas» que afectó al rubro en marzo pasado, tuvieron que realizar despidos masivos y fueron acusados de ser los causantes de la marea roja tras la alta mortalidad de peces que dejó el Florecimiento de Algas Nocivas (FAN) en la Región de Los Lagos.

Este contexto y, particularmente las manifestaciones en Chiloé -que se detonaron en mayo por la crisis de la marea roja- hicieron que SalmonChile decidiera priorizar y acelerar un plan de relación con las comunidades que ya venían meditando llevar a cabo hace un tiempo. El presidente del gremio que reúne a gran parte de las firmas del sector, Felipe Sandoval, recordó que realizarán un reporte de sustentabilidad, con el que buscan indicadores en materia laboral, sanitario y ambiental y que esperan que esté listo para ser presentado entre los próximos dos y tres meses.

En paralelo, adelantó que están llevando a cabo un proceso de licitación para que expertos los ayuden a preparar un diálogo con la comunidad, de manera de ver qué indicadores les piden para tener tranquilidad acerca de cómo funcionan los procesos de la industria.

Sandoval sostuvo que «quizás antes nuestra preocupación principal eran los mercados, pero hoy día la situación ha cambiado; el trabajo más fuerte con la comunidad es algo importante incluso para el valor mismo de las empresas».

El líder del gremio planteó que debido al desarrollo que ha alcanzado la industria, «se nos exige más de lo que se nos exigía antes, se nos exige más de lo que se le exige a una empresa normal en la zona, y eso hay que asumirlo y tenemos que ser capaces de dar respuestas».

Fuente: El Mercurio