Los contenedores reefer son cruciales para la mantención de la cadena de frío de productos como la fruta, carne, congelados, pescados o mariscos con concha. Carlos Gómez, frigorista de STI, contó detalles del funcionamiento y explicó los tratamientos que se realizan para cada tipo de mercadería.
Por el puerto de San Antonio pasa productos de diversos tipos, pero hay algunas cargas que requieren un tratamiento especial para alcanzar la temperatura correcta y así conseguir una transferencia óptima. Para ello, se utilizan contenedores reefer, que están especialmente acondicionados para mantener las cadenas de frío necesarias para cada caso.
Carlos Gómez ha sido frigorista durante nueve años en San Antonio Terminal Internacional (STI), cargo que precisamente tiene por objetivo configurar este tipo de contenedores.
“Existen contenedores de 20 y 40 pies, pero no llevan carga hasta el tope ya que se debe dejar un espacio en la parte superior para que el aire circule, pase por los motores evaporadores y después hacia abajo y entre la mercadería. En el piso también llevan unos rieles calados, lo cual contribuyea que el aire circule y la temperatura se mantenga pareja en todo el reefer”, explicó.
Con respecto a las importaciones y exportaciones que se realizan en contenedores reefer, Gómez señaló que “hay diversas productos que van como tomates, plátanos, carne, salmón y mariscos. Según el tipo de carga es la temperatura en la cual se debe trabajar. En términos simples, hay dos procesos: fresco o congelado”.
“Por ejemplo, los productos con concha son congelados y necesitan un tratamiento bien especial porque deben estar a -60 grados celsius y en este caso se ocupan contenedores que se llaman súper reefer. Para el caso de la carne y el pescado, que también entran en la categoría de congelados, la temperatura debe estar entre -18 y -20 grados. En cambio, la fruta es carga denominada fresca y se va entre 0 y -1 grados celsius”, añadió el frigorista de STI.
El trabajador portuario contó además que “en reefer también existen lo que son las atmósferas controladas. Se trata de un equipo especial para mantener la presión atmosférica, como en el caso de la palta o los arándanos que deben viajar verdes en el buque. Consta de inyectar CO2 al contenedor para quitarle todo el oxígeno, luego de haber hecho una prueba de estanquedad previa para ver las pulgadas de vacío que tiene adentro”.
Para el caso de las denominadas cargas calientes, como lo es el ajo, el proceso de rango es distinto ya que son reefer ventilados. “Esos cargamentos se van con humedad entre un 60% a 75% dentro del contenedor”, aclaró el frigorista.
Cabe señalar que tanto para las importaciones y exportaciones, los contenedores reefer trabajan con energía eléctrica entre 380 a 440 voltios, la cual es fundamental para mantener los rangos establecidos para cada tipo de carga.