La figura de Sergio Baeza no es indiferente en Valparaíso. El presidente de la Cotraporchi y vocero de la Coordinadora Marítimo Portuaria lidera un gremio que fue protagonista en 2017, por ejemplo, en el conflicto de las «cargas limpias» que, entre otras consecuencias, gatilló la fuga de cruceros. «Creemos que hay varios responsables y no sólo los trabajadores portuarios como algunos señalan», se defiende el dirigente.
– ¿Qué le parece la extensión de la concesión a TPS?
– Estábamos esperando hace bastante tiempo esa ampliación de la concesión. Eso nos da seguridad como trabajadores. Ahora lo que falta es que autoricen el calado de algunos sitios porque ya las naves que están llegando son más grandes. Estamos tranquilos porque TPS hizo esta inversión y también porque la empresa portuaria haya firmado este acuerdo.
– TPS y EPV se están enfrentando en el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia por las cargas y los cruceros. ¿Cómo lo analiza?
– Respecto al tema de las cargas pensamos que EPV debería haber solucionado este tema porque no le estábamos pidiendo todos los aforos, sino que algo tendiente a igualar las condiciones con otros puertos y que todos fueran competitivos. Ahora el tema está en el tribunal, seguramente va a ser un proceso largo y esperamos que se resuelva. Tenemos un acuerdo con la empresa portuaria en pos de mejorar las relaciones.
– Y el futuro del Terminal Dos con el cambio de dueño…
– Vamos a tener un ampliado como trabajadores para abordar ese tema. Lo importante para nosotros es que no nos afecte negativamente porque muchos trabajan en el Terminal Dos. Ojalá que los australianos puedan hacer su inversión también y terminar el proyecto que hace tiempo se encuentra estancado. Esperamos también que el nuevo Gobierno acelere el proceso y que se pueda desarrollar a la brevedad posible.
– ¿Qué opina de la anulación del permiso al proyecto mall Barón?
– Nos dimos cuenta hace tiempo que mucha gente nunca quiso el mall y que mucha tampoco quiere los contenedores. Entonces, da la impresión que todo molesta. Pienso que este tema se veía venir desde hace tiempo.
– ¿Usted considera que se va a perseverar en ese proyecto?
– Llevamos casi doce años con eso y con una historia muy cambiante. Es complicado y es difícil proyectar lo que va a pasar.
No fuimos los únicos
– Y en el tema de los cruceros, ¿se siente responsable?, ¿imaginaba que se podía ir la mayor parte de las líneas?
– No. Creíamos que alguien nos iba a llamar. Nosotros actuamos defendiendo un derecho que era nuestro, pero, como se dice, fueron errores compartidos. No puedo decir que los únicos responsables fuimos los trabajadores portuarios porque hubo mucha gente que no ayudó en esto. Lo importante ahora es que existe el compromiso para construir un muelle exclusivo.
– ¿Lo cree clave para compatibilizar la actividad de pasajeros con la de la carga?
– Valparaíso tendría que haber tenido desde hace mucho tiempo un muelle de este tipo. Más allá de quién lo haga, es vital para que los pasajeros también tengan la tranquilidad de que puedan llegar a Valparaíso y cuenten con un sitio especial, porque en todo el mundo existen. Hace falta algo así para no toparse con las líneas de contenedores.
– Se esperaba una definición sobre el megapuerto en la actual administración.
– Creemos que ese desarrollo tiene que ser tanto para Valparaíso como para San Antonio, pero hay que analizarlo bien porque vemos que no hay mucha carga en los puertos. Yo estimo que habría que pensar en ello para unos 20 o 25 años más, pero en este momento no hay tanto trabajo como para concretar esa estructura. Hay que pensarlo bien y el Gobierno que venga tendrá que definir ese tema.
– ¿Cómo ve el futuro del sector, sobre todo con el tema de la automatización de las faenas?
– Ese es un punto muy importante. Por ejemplo, cuando TPS ha hecho inversión en tecnología nosotros conversamos con ellos y la gente se reubica. Se buscaron los ajustes para evitar que hubiese personas despedidas. Muchos nos critican y no le gusta lo que hacemos con la Coordinadora para llegar a acuerdos con los empresarios, pero nosotros trabajamos con ellos y van a estar hasta el 2030. Es una cooperación mutua. La clave es que los mismos trabajadores se capacitan.
En cuanto a los desafíos para el 2018, precisó que hay prioridades, como la seguridad, pensiones y las elecciones en abril.
«(Terminal Dos) Esperamos también que el nuevo Gobierno acelere el proceso y que se pueda desarrollar a la brevedad posible»»
Fuente: El Mercurio Valparaíso