En abril de 2013, el proyecto de expansión del Terminal Dos de Valparaíso fue adjudicado a la española OHL Concesiones, cuya oferta superó a la de Agunsa. Al año siguiente se inició el proceso de evaluación ambiental que se encuentra en las últimas fases y donde, de hecho, ayer se amplió el plazo para que TCVAL -filial de la española- responda las observaciones de los servicios públicos.
En ese contexto, la multinacional española informó que llegó a un acuerdo para vender la totalidad de OHL Concesiones al fondo australiano IFM Investors por un total de 2.235 millones de euros.
En el marco de la operación ambas empresas entraron en un periodo de due diligence confirmatoria, que supone finalizar la documentación de la operación y preparar la convocatoria dela junta general de OHL que habrá de realizarse para someter a sus accionistas la aprobación de la operación. Algo que parece zanjado considerando que el socio mayoritario de la hispana, el grupo Villa Mir S.A.U., se mostró favorable a su aprobación.
El monto será utilizado para reducir el pasivo de la empresa y se enmarca en el proceso de reestructuración que lleva adelante para tal efecto. IFM Investors es un fondo de capital privado, con presencia global y formado, entre otros, por fondos de pensiones. Administra infraestructura en Norteamérica, Europa y Oceanía.
En la región, además del proyecto de expansión del T2 existe otra obra concesionada a la española y es el Camino Nogales-Puchuncaví. A ello se suman dos proyectos más a nivel nacional que son la Autopista Vespucio Oriente, en Santiago y el Puente Industrial, en la Región de Biobío.
POSIBLES EFECTOS
«Todas las administradoras de fondos de pensiones lo que buscan es rentabilidad más allá del lugar o área en que estén invirtiendo, en el sentido que ellos ven cuánto cuesta, cuál es el riesgo que hay de por medio y cuál es la rentabilidad asociada a ese riesgo. Ven si se ajusta a su portafolio de inversiones y en base a ello deciden. Por ende su objetivo único es la rentabilidad a diferencia de lo que hace OHL», comentó el economista Alejandro Maureira.
En esa línea, agrega que la española al igual que otros grupos de ese país, como Abertis, «invierten en infraestructura pública de manera tal de rentabilizar esta inversión en el largo plazo a través de, primero, la administración que es lo que iba a hacer OHL con el consorcio que había creado, más la tarifa que recibe por un tiempo y después la posterior venta o liquidación de activos».
Añade que el objetivo básicamente es enfrentar deudas. «Es lograra liquidez para pagar pasivos, lo que hace que la operación sea acorde con los que están haciendo», sentencia.
En cuanto a las consecuencias que esto podría tener en el desarrollo del proyecto afirma que aún es prematuro, sin embargo, enfatiza que «desde el punto de vista operacional no hay implicancias solamente lo que podría cambiar es la visión que se puede tener respecto al proyecto».
En fuentes de la industria comentan que aún es muy temprano para referirse a las consecuencias que esta operación podría acarrear dado que, por ejemplo, el contrato de concesión es finalmente con TCVAL, que en rigor debería seguir administrando el proyecto.
Oficialmente ni el concesionario del Terminal 2, EPV y tampoco el Ministerio de Transportes quisieron pronunciarse al respecto tras ser consultados por este medio
2.235 millones de euros contempla la operación de venta de OHL Concesiones al grupo australiano
2 obras están concesionadas a la española en la región: el T2 y el camino Nogales-Puchuncaví.
Fuente: El Mercurio de Valparaíso