Uno de los conflictos más cambiantes en los últimos años es el conocido como «cargas limpias», que apunta al lugar en que se inspeccionan las cargas que entran y salen por el puerto de Valparaíso y que actualmente enfrenta a la Zona de Extensión de Apoyo Logístico (ZEAL) con la Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV), luego que está lograra un avenimiento con Terminal Pacífico Sur (TPS), permitiéndole al concesionario del T1 realizar el aforo de importación en el recinto portuario que opera.
La ZEAL se opone a la medida y ya ha dejado en claro que ejercerá todas las acciones legales que corresponden para evitar que las cargas se revisen al interior de TPS y eventualmente, a futuro, también en el Terminal Dos (TCVAL).
Para los ejecutivos del concesionario que se ubica en la parte alta de Valparaíso, el que se haga esta labor en el borde costero es contraproducente, sobre todo cuando se reclama por más espacio, manifestando que la medida va en contra del modelo logístico que ha imperado por años en la ciudad y que ha permitido, entre otros beneficios, descongestionar de camiones el centro de la ciudad.
Para el gerente general de TPS, Oliver Weinreich, la opción de que el terminal del Grupo Von Appen pueda realizar esta labor al interior del recinto que concesiona es un derecho que está dispuesto a ejercer.
«Nosotros siempre hemos reiterado que tenemos el derecho de aforar y eso es lo que hemos reclamado, ahora EPV nos autorizó a hacer los aforos acá y es lo que estamos gestionando. Respecto a los recursos legales, a nuestro parecer no proceden porque tenemos el derecho a poder aforar aquí al igual que lo hacen todos los puertos de Chile», subrayó el ejecutivo.
Weinreich enfatiza que la revisión de las cargas no alteraría el modelo logístico con que opera Valparaíso desde hace una década cuando comenzó a funcionar una sistema que incluyó la construcción de infraestructuras como la misma ZEAL y el Acceso Sur.
«Lo va a alterar, pero positivamente. Nosotros vemos de que esto es sumar un actor más que va entregar el servicio de aforo de inspección a las importaciones que ya es realizado por varios extraportuarios y la ZEAL. Nosotros seremos un oferente más y, por ende, si lo alteramos va a ser en positivo, el modelo se va a ajustar a eso», remarcó.
En cuanto al espacio, señala que la operación de la inspección de cargas no va a significar una merma en la eficiencia del enclave. «El cliente ahora tiene un oferente más para escoger a quien mejor le entregue el servicio (…) Es un mito de que eso nos va a quitar capacidad porque el mismo contenedor que se descargó del buque es el que se afora y se entrega, sólo que ahora lo entregó limpio -como se diría- desde el puerto y no para ser inspeccionado en un lugar externo», explicó el gerente general del Terminal Uno, agregando que si por cualquier motivo se produce un problema de capacidad por el volumen, se ajustará.
«En este momento tenemos capacidad para aforar como el 2015 donde lo hicimos por un semestre completo a full capacidad y no hubo ninguna interferencia en el modelo portuario. El promedio sería de aproximadamente 30 contenedores al día y para que se hagan la idea nosotros acá tenemos en el puerto más de 6 mil en el día, o sea es una fracción ínfima», manifestó el ejecutivo.
De la misma forma, descartó que la inspección de cargas en el recinto portuario vaya a generar consecuencias negativas en términos de congestión por el tránsito de camiones en la ciudad.
«No habrá ningún impacto a la ciudad. El camión que viene a retirar un contenedor ahora lo va a entregar ‘limpio’ directo desde el puerto para llevárselo a su destino final, sea Santiago o cualquier zona al interior de Chile. Hoy en día cuando nosotros no aforamos, el cliente tiene que venir a retirarlo acá para llevarlo a un lugar intermedio donde lo inspeccionan y de ahí recién se lleva al destino final», señaló, precisando que se trata del mismo viaje.
«La diferencia es que ahora se hace en dos tramos y si aforamos acá, la carga va a ser entregada directamente al destino último, o sea hasta es más eficiente porque se ocupa sólo una vez el medio de transporte».
En esa línea, Weinreich insiste que esto sólo vendrá a sumar competencia al sector y que el usuario será el encargado de optar por la alternativa que más le convenga. «Simplemente pasamos a ser un oferente más para que el cliente decida libremente con quien quiera inspeccionar, si él encuentra que los servicios de extraportuarios o la ZEAL es mejor se la llevará. Si nosotros podemos entregar un servicio eficiente y efectivo esperamos que decida hacerlo acá», recalcó.
Por último, el ejecutivo confirmó que el concesionario del Terminal Uno sólo tiene previsto realizar el aforo de las cargas correspondientes a la importación, descartando realizar la inspección en lo que se relaciona con los envíos al exterior.
«Simplemente pasamos a ser un oferente más para que el cliente decida libremente con quien quiera inspeccionar»
Oliver Weinreich, Gerente general TPS»
Fuente: El Mercurio Valparaíso