Una extendida reunión con dirigentes y representantes de diversas organizaciones laborales del sector marítimo portuario de Valparaíso, se desarrolló este miércoles en dependencias de Puerto Valparaíso, la cual fue encabezada por el gerente general de EPV, Gonzalo Davagnino.
La cita permitió revisar en profundidad el Plan de Desarrollo, con énfasis en los proyectos de infraestructura de mediano y largo plazo que impulsa EPV, entre ellos el Terminal 2, el Terminal Intermodal y la propuesta de Terminal 3 en el sector de Yolanda.
Posteriormente se intercambiaron visiones sobre temas de interés para los trabajadores del sector, incluyendo temas de contingencia como el conflicto que derivó en la pérdida de servicios de líneas de cruceros en Valparaíso. De manera unánime los dirigentes plantearon la necesidad de seguir avanzando en el desarrollo del puerto y marcaron distancia de las posiciones encabezadas por Cotraporchi que llevaron a poner en crisis la relación del puerto con actores del crucerismo.
Entre los participantes se hicieron presentes representantes del Sindicato de Empleados de Bahía, la Comach, Sindicato Opval, la Fenatraporchi, Congemar, Sipregna, Sindicato de Marineros y Auxiliares, Sudemp, Fetrich y Sindicato de Embarcadores, que la semana pasada habían dado a conocer una declaración en la que invitaron a dejar los conflictos y potenciar en conjunto el crecimiento del puerto en la ciudad.
REACCIONES
Tras la cita, los dirigentes manifestaron interés en seguir avanzando en instancias de diálogo con EPV. Al respecto, Heraldo Valdebenito, presidente del Sindicato de Marineros y Auxiliares de Bahía y vicepresidente de la Congemar, señaló que “creemos que debe haber desarrollo en Valparaíso, que el puerto se tiene que desarrollar; aunque hay grupos que están en contra y en particular del Terminal 2, como trabajadores creemos que tiene que avanzar, sino muere Valparaíso”.
El dirigente también se refirió a la situación que esta semana derivó en la pérdida de recaladas de cruceros en Valparaíso. “Este fue un conflicto que lo hizo un solo terminal, y donde el dirigente o los ejecutivos planificaron mal un movimiento de paralización de un trasatlántico. Llevo más de 20 años como dirigente sindical, tuvimos en el 2000 un movimiento grande, pero jamás tocamos a los cruceros, porque ese es un daño patrimonial para Valparaíso. En esos tiempos se amenazaba, pero no se hacía y ellos llegaron a hacerlo, y ahora la ciudad les va a pasar la cuenta”, agregó.
Por su parte Claudio Navarro, dirigente del Sindicato OPVAL, calificó como “positiva” la instancia. “Se habló de algo que nos interesa como trabajadores, no sólo como sindicalistas, que es que necesitamos el Terminal 2, porque en este momento un puro terminal no va a dar abasto para la cantidad de carga que se está transfiriendo aquí en Valparaíso. Ha habido hartos opositores; yo no lo entiendo si somos todos porteños, y deberíamos ver lo que se necesita para Valparaíso”.
Y aunque señaló que las denominadas “cargas limpias” no es tema para su organización, si calificó como “un atentado a Valparaíso” la presión de un grupo de dirigentes que derivó en la suspensión de recaladas de cruceros en el puerto. “Aquí trabajamos contenedores y carga surtida, pero si el portuario quiere tener el apoyo de la ciudad, nosotros también tenemos que apoyar la ciudad, y el turismo, los cruceros, es lo que le deja a la ciudad que se muestre internacionalmente. Entonces, creo que fue un atentado a Valparaíso con lo que se ha hecho. Esperamos que esto se revierta”, subrayó Navarro.
“Es un error garrafal para todas las organizaciones sindicales que una organización se adjudique la representatividad de todo el sector portuario, una representatividad que además nos daña como trabajadores al tocar temas tan tozudamente. Estamos por ampliar estos proyectos portuarios para la ciudad como trabajadores, porque aunque el patrimonio es importante, también lo es la actividad laboral en Valparaíso”, dijo Raúl Maturana, presidente de la Federación Nacional de Trabajadores Portuarios, Fenatraporchi.
El gerente general de EPV indicó que “nos juntamos con trabajadores portuarios que tienen mucho interés en mantener el funcionamiento del puerto de Valparaíso, que históricamente han trabajado acá y desean que el puerto se siga desarrollando y no seguir en esta discusión que no tiene ningún sentido. Valparaíso necesita trabajadores que quieran sacar el puerto adelante y ellos ven con buenos ojos los proyectos que presentamos en el corto y mediano plazo”, agregó, comprometiendo futuras instancias de conversación con los trabajadores.
“La industria está requiriendo en Valparaíso infraestructura portuaria nueva. El mejor ejemplo lo vemos con el tema de los cruceros: si tuviéramos el Terminal 2, hoy no estaríamos viviendo el problema de que los cruceros se vayan”, indicó Gonzalo Davagnino, quien ahondó en la problemática que ha derivado en que algunas recaladas de la Temporada 2017-2018 se hayan cambiado a Puerto Central en San Antonio.
“Acá hay un tema de confianza, esta industria funciona rigurosamente en términos de horarios, fechas, servicios, y lo que se ha hecho a Valparaíso ha sido una aberración gigante. El hecho de que no se le haya confirmado a esta industria los dos años de anticipación que requiere, es decirle que se vaya. Hay una declaración categórica de la industria cuando dice que se va a San Antonio, porque el terminal no le da la garantía para operar. No podemos decirle a los cruceristas ‘te voy a confirmar la recalada con tres meses de anticipación’, siendo que esa industria requiere al menos dos años. No significa poner en jaque una industria contra otra. Me interesa la carga, los cruceros, la fruta, todos los negocios que Valparaíso ha atendido siempre. Entonces poner en jaque una industria contra otra no es correcto”, concluyó.