Motivar a las grandes empresas de cruceros para que aumenten la presencia de barcos de pasajeros en las costas nacionales es uno de los objetivos de la delegación de Chile que viajará a Miami para participar, entre mañana y el 11 de abril, en el Seatrade Cruise Global, la más importante feria internacional que, con una anticipación de dos años, programa y define los itinerarios de los próximos cruceros.
El grupo chileno está conformado por alcaldes de varias ciudades puertos, empresas y operadores portuarios, Sernatur y la Subsecretaría de Turismo, entre otros organismos públicos y privados.
Si bien la estrategia nacional será ofrecer en Miami nuevos circuitos que logren conquistar a las navieras de cruceros, Valparaíso y San Antonio vivirán una situación particular.
Mientras Valparaíso centrará sus esfuerzos en tratar de recuperar las líneas de cruceros que perdió en los últimos dos años como consecuencia de conflictos portuarios, San Antonio reforzará el rol que ha jugado en 2017 y 2018, cuando -no obstante que antes estaba al margen de este negocio- llegó a concentrar el 80% de las recaladas de los buques turísticos en el litoral central.
Gonzalo Davagnino, gerente de la Empresa Portuaria Valparaíso (EPV), indicó que se viaja a Miami «con las lecciones ya aprendidas. El objetivo es demostrar que la ciudad y el sistema portuario han seguido trabajando en conjunto».
Sin embargo, Valparaíso deberá enfrentar en la convención internacional un problema de credibilidad. En el congreso de hace un año, sus delegados se comprometieron a que los conflictos que se vivieron el 2017 no volverían a registrarse. No obstante, la falta de seguridad para esta industria estuvo presente en Valparaíso a fines del 2018 a raíz del violento paro portuario que obligó a las líneas navieras a derivar sus buques a San Antonio.
Mientras en el período 2016-2017 Valparaíso recibió 39 naves y 100 mil turistas, tras los conflictos la cifra se redujo drásticamente en el año siguiente a 14 cruceros y 9 mil visitantes. En la temporada que culminará esta semana -se cierra el próximo sábado con el arribo del Rcgs Resolute-, las recaladas llegaron a 20 y el flujo de turistas subió a 12 mil, lejos de las cifras históricas. Para la temporada 2019-2020 ya están confirmadas 24 naves de pasajeros en Valparaíso.
En San Antonio, en cambio, el gerente de Puerto Central (PCE), Rodrigo Olea, señaló que las 30 recaladas y 100 mil personas que llegaron en esta temporada a ese terminal «consolidó a este puerto como el homeport más importante del país». En Miami se hará notar la eficiencia logística lograda en este período de aprendizaje. «Hemos recibido buenas referencias respecto de los tiempos de llegada al aeropuerto y muy buen nivel de atención de los servicios», expresó.
El interés de San Antonio es retener la condición de homeport , o sea, ser puerto de embarque y desembarque de pasajeros -donde se inicia o concluye un crucero-, que marca una diferencia con la mayoría de los terminales chilenos, que son puertos de escala.
Nuevos destinos
En febrero último, Chile, Uruguay y Argentina acordaron en Montevideo que impulsarán en la convención de Miami la ruta de cruceros del Cono Sur, iniciativa destinada a posicionar a Sudamérica como un destino o circuito único, tal como lo es Alaska, aprovechando el interés que ocasiona la Patagonia.
Para esto, los tres países desarrollarán estrategias de cooperación y promoción conjunta, resaltarán lo mejor de cada uno de ellos y procurarán que las recaladas en los distintos puertos sean acompañadas de atractivas ofertas en tierra.
Paralelamente, Chile promoverá en la feria internacional Seatrade el acuerdo suscrito con Panamá para la creación de la ruta del Pacífico, que de concretarse instalaría una nueva oferta de líneas navieras entre ambos países, incluyendo a Ecuador y Perú. El nuevo destino, junto con redundar en un mayor número de escalas, promovería la ruptura de la estacionalidad, actualmente limitada a las temporadas de verano.
Sobre el impulso de esta nueva ruta, la subsecretaria de Turismo, Mónica Zalaquett, indicó recientemente que es una señal de un trabajo asociativo de países para impulsar una oferta que conlleva una riqueza no solo en paisaje sino también cultural importante.
Asimismo, la delegación chilena dará cuenta de las señales claras que el país está dando para el desarrollo de la industria de cruceros en las costas nacionales con la reciente promulgación de la ley que autoriza el cabotaje de personas a bordo de barcos de más de 400 pasajeros.
La nueva legislación permite que los buques turísticos puedan transportar personas entre puertos del territorio chileno -que hasta el año pasado no estaba permitido-, generando un potencial de desarrollo interno de la industria.
PROGRAMA
Reunión define los itinerarios con dos años de anticipación.
270 cruceros internacionales atracaron en puertos chilenos en la última temporada, con un incremento del 15% respecto al año anterior.
425.000 visitantes llegaron al país en buques de pasajeros, siendo la cifra más alta desde el período 2008/2009, cuando arribaron 455.600 personas.
20 recaladas se registraron en Valparaíso, con 12 mil visitantes, con una leve alza respecto al año previo, cuando hubo 14 atraques y 9 mil turistas.
39 cruceros y 100 mil pasajeros tuvo Valparaíso antes de los conflictos portuarios.
30 recaladas, 80 mil pasajeros y 20 mil tripulantes recibió San Antonio tras consolidarse como alternativa a Valparaíso.
Fuente: El Mercurio